La felicidad

Poco a poco me voy dando cuenta de que ser feliz no está ni en cuanto dinero tienes, ni en tener una pareja perfecta, ni unos amigos inseparables por siempre, ni tan siquiera una familia ideal, la felicidad se puede encontrar ahí, pero siempre en pequeñas dosis, nunca nada te da la plena felicidad, creo que ese es el defecto del ser humano, que cuanto más tiene más quiere. La felicidad sin embargo la puedo ver en pequeños momentos, en situaciones puntuales, cuando la brisa del mar acaricia mi pelo, puedo sentir la felicidad, cuando mi madre me mira, puedo entender la felicidad.Lo sencillo es lo que te lleva a alcanzarla, la paz contigo mismo, el saber lo que quieres en cada momento, o el no saber ni lo que cenaras esta misma noche, el simple hecho de estar paseando y ver a un viejo amigo del que juraste que jamás te separarías, pero que inevitablemente lo hiciste y una inmensa felicidad inunda tu cuerpo. Una llamada el día de tu cumpleaños, de alguien que no creías que se acordaría.

Hoy entiendo que mi inconformismo muchas veces, la mayoría, me hizo ser infeliz, busqué siempre lo perfecto, amigos, pareja, familia, estudios, todo y hoy por hoy no tengo amigos perfectos, tampoco los necesito por que los que tengo son ellos mismos, son mis amigos, desaproveché la oportunidad de tener el novio perfecto por miedo a perderme a mí misma, hoy es uno de mis mejores amigos, renegué una y otra vez de las discusiones con mi padre y ahora me doy cuenta de que gracias a él hoy puedo estar aquí escribiendo esto, quise ser arquitecta para tener mucho dinero y viajar por todo el mundo, pero seré azafata de vuelo y realmente disfrutare de mi trabajo.
No soy más feliz cuando soy perfecta, soy feliz cuando asumo mis defectos y errores, y miro a la vida cara a cara y le regalo la mejor de mis sonrisas.