martes, 31 de agosto de 2010


Lo presiento... esto será el cuento de nunca acabar, tu vendras corriendo cuando yo me vaya y cuando venga harás el amago de saludar quedandote quieto mientras me ves alejarme. Te sonreiré como tantisimas otras veces hice y me hará tantisima ilusión volverte a ver que no recordaré el daño que me hace tenerte tan lejos y tan cerca. Pero tú sigues ahi, quieto, contruyendo un castillo de ilusiones he intercambiando sueños por un caballo blanco, y yo, tonta de mi, me quedo quieta observandote y deseando que por fin vengas a rescatarme, pero no vendrás, no creas que me sorprende, para serte sincera hace tiempo que veo el miedo en tus ojos, en esos preciosos ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario