viernes, 18 de junio de 2010

Cada día que pasa te sientes un poquito mas perdido, cada paso,
cada persona que entra en tu vida, todo da la impresión de ser un
error y es entonces en medio de todo ese caos que tienes por vida,
ensimismado en tantísima oscuridad, que ves la claridad,
te das cuenta de que la luz siempre estuvo ahí, pero al cerrar
los ojos jamás pudiste verla, hasta este momento, es el momento
en el que todo da igual, tu mundo cambiara desde este
mismo instante, has sonreído una vez mas y te has dicho
a ti mismo que te mereces ser feliz!

jueves, 10 de junio de 2010



Volvia sola de aquel restaurante de comida rapida, hablando por telefono con una amiga, cuando se preguntaron por las novedades, se dio cuenta, fue en ese preciso instante, que entendio que aquello que habia estado buscando durante tanto tiempo no le hacia falta realmente, no era tan esencial en su vida tener a alguien a su lado, simplemente debia vivir la vida tal y como siempre habia hecho, disfrutando.

viernes, 4 de junio de 2010


Tras una larga noche de lectura se queda dormida en el sillón y comienza a soñar, como siempre que duerme un sueño tras otro y una vez más aparece él en uno de esos amargos y a la vez dulces sueños. Despierta sobresaltada, está sonando su telefono, ya son las once de la mañana, coge el movil y mira la pantalla, como si de brujeria se tratase es él quien llama insistente.
-¿Si?
-Despierta preciosa, en media hora paso a recogerte.
-No me dará tiempo.
-No valen escusas, hoy te sorprenderé.
-Te quiero.
-Lo sé.
Se da una ducha rapida, se lava los dientes, disimula el cansancio con antiojeras y se va al armario, coge los pitillos oscuros y una olimpica negra, seca su oscura melena dejandola caer sobre los hombros, por ultimo esos zapatos de tacón que él le regaló y una cazadora. Baja las escaleras a toda prisa y ahi está, esperandola apoyado sobre su reluciente moto, lleva unos vaqueros rotos, una camiseta oscura y su cazadora negra. Cuando la ve aparecer se quita las gafas de sol con esa chuleria que le caracteriza y sonrie tan pícaro como siempre, le da un beso y uno de los cascos.
-Sube princesa.
-¿Donde vamos?
-A perdernos en el fin del mundo.
Ella se abrazó fuerte a su cintura y apoyó la cabeza sobre su hombro, el arrancó la moto, cogió velocidad y ambos desaparecierón en el horizonte. Lo último que supe de ellos es que nada jamás les volvió a separar.